Todo comenzó a principios del siglo XX cuando mis bisabuelos Martín y Josefa contrajeron matrimonio y empezaron a traer chiquillos al mundo: Juan, Martín, Antonia, María, Magdalena y Antonio. A excepción de la tita Antonia, todos los demás hijos contrajeron matrimonio. María, Miguel, Anita, Santiago, Lucía,... llegaron a la familia y pusieron el contrapunto a estos buenos mozos y buenas mozas de la familia Hervás. Algunos tuvieron que emigrar para buscarse las habichuelas a Valencia y Madrid. Con el tiempo, esas uniones dieron nuevos frutos, y llegaron una tropa de primos hermanos que forman lo que yo llamo "el núcleo duro" y no hay quien los pare. Entre ellos destacan los nombres de los abuelos es decir Martín y Josefa. Así tenemos cuatro "Martines" (del tito Juan, del tito Martín, de la tita María y de la tita Magdalena) y cuatro Josefas (del tito Juan, del tito Martín, de la tita María, del tito Antonio,... yo ya he perdido la cuenta... ¿Y ustedes?). Tenemos que recurrir a pequeñas variaciones y así Martín puede ser Martineli, Martín Valencia, Martín Linares; y Josefa puede ser Pepi, Jose de Córdoba, Joleta, Pepi Barcelona, etc.
El caso es que tengo 33 años y todavía me hago un lío tremendo. La verdad es que mis abuelos y tios-abuelos no se complicaron la vida con esto de los nombres, y así me va,... al final con tanto lío termino llamándolos a todos primos y punto. Una vez usados los nombres de los abuelos ya no quedaba remedio así que hubo que tirar del santoral: Maite, Santiago, Cesar, Reyes, Ani, Juanito, Lourdes,.. en fin que esto ya era otra cosa. Pero en mi familia cuando decimos de hacerlo difícil lo hacemos bien difícil. Así que algunas de las parejas de los primos se entretienen en llamarse Juan o Santiago (ni Carlos, ni Jesús, eah,... Santiago) y claro el hijo, pues Santiago, y al final tenemos al tito Santi, a Santi de Madrid (su hijo), A Santiago de la Ani (marido de esta) y a Santiaguín (hijo de ambos), ... si es que no escarmentamos.
Además de coger nombres raritos nos entretenemos en ponérselos a chicos y chicas, ... ¡Lo que me faltaba!, ... y así tenemos a Reyes del Tito Martín (chico), y a Reyes de la Pepi del tito Juan (chica).
Otra curiosa "coincidencia", algunas de las parejas de los primos hermanos tienen por primer apellido, no se lo van a creer, Martín o Santiago,... sí, han oido bien, así que mis primas de Córdoba tienen por apellidos el nombre de su abuelo materno (Martín Hervás)... esto es la monda.
En la última generación parece que la cordura se ha impuesto, pero sólo parece... Tenemos una Maite, una Cortes, un Gregorio(como su padre), un Juan Manuel, tres Miguel (dos como su abuelo, ambos primos hermanos, y el buen mozo de Laura), dos Lauras (de Valencia y de Madrid), un Alberto, un Guillermo, una Rocío (a la que nos gustaría ver más a menudo) un Tomás, una Rosa (como su madre), una Isa, dos Anas (como su abuela Anita, Ana Victoria de Toledo y Ana de Córdoba, ambas primas hermanas), una Pepa (mira,... teníamos Josefas, Pepis, Jóses, pero ninguna Pepa... sin comentarios), una Inma, una Sole (tete para sus padres), dos David (el de Toledo y un servidor),... menos mal que las últimas incorporaciones nos facilitan la tarea de recordar los nombres: Marta, Marina, Paula, Olga, Francesc e Ismael... ¡Qué alivio!
Así somos nosotros: gritas "Martín" y se vuelven todos (excepto Martineli), gritas "Pepi" y se vuelven dos, "Santí" y se vuelven tres, y así sucesivamente.
Pero somos muchos más: Ángel, Gregorio, José, Mari Carmen, Pascasio, Maritina, Maite, Chimo, Amparo, Inés, dos Isabél (la mujer de Cesar y la de Miguel Ángel), Rafa, Esther, Paco, Mari, Paquito, Carmen, ... y todos los que no recuerdo ahora mismo.