sábado, 31 de enero de 2009

X-Files

Queridos primos, el catedrático, o sea mi padre, se ha pasado media mañana revisando los archivos fotográficos desclasificados de la familia y ha seleccionado alrededor de 25 fotografías bastante comprometedoras sobre la temática: borrego. En próximas fechas se irán publicando los archivos que ahora han visto la luz. Os mando una de grupo para ir abriendo boca.

Podría comentar muchas cosas, pero sólo voy a llamar vuestra atención sobre las dos patas de borrego que mostramos victoriosos Reyes y yo, y mi sádica expresión,... El corderete había sido sacrificado a penas un rato antes y nosotros tna panchos jugando con las patas del bicho.

viernes, 30 de enero de 2009

Cumpleaños


Querida familia. cuando eres niño y cumples años, tus padres no deberían conservar pruebas. Vaya carita... (pinchar en la foto para agrandar)

miércoles, 28 de enero de 2009

LOS HERVÁS BIEN DE VILCHES


Permitidme el atrevimiento de intentar, con mis pobres palabras y mi escaso vocabulario, describir un sentimiento, que como tal, sale de dentro.

Quien me iba a decir a mí, que aun pasando los años como pasan, y el tiempo, esté deseando durante todo un año que llegue una fecha importante para mí, que no es otra que la del 15 de agosto. Yo sé, y mis amigos saben, que en esa fecha no pueden contar conmigo, porque yo ya tengo planes, tengo que ir al pueblo de mi padre, a mi pueblo, a Vilches (en la provincia de Jaén, entre La Carolina y Linares, que siempre lo tengo que explicar…). Es curioso pero no os podéis imaginar lo que a mi me tira mi pueblo, su gente, sus paisajes, su acento peculiar…

Lo que mas me gusta es cuando llego, o cuando llegamos, porque últimamente se viene conmigo el primo Juanma, y ya nos está esperando Grego, que suele andar mu liao a esas horas, o está durmiendo o está de copas… y nos recibe con los brazos abiertos y un cigarro en las manos (por cierto llevo 4 meses y medio sin probarlo). Dejamos las cosas en casa de la tita-abuela María, saludo a Pepi y Cortes, y de ahí, al piso de arriba a dejar los bultos y colgar la ropa, para irnos raudos y veloces a la cochera del primo Chava, o a cualquier otro garito, donde nos esperan Nacho, el Chino, el Bocas, gente curiosa cuanto menos. Ya algo “ambientados” volvemos a casa en busca de la que sabemos de sobra que será una espectacular cena, eso si, antes saludamos a Gregorio, padre, y a Martín (que te mejores del pie), hablamos de toros, fútbol y política, y paramos de cenar antes de reventar, pese a las insistencias de las jefas de la casa….

Ya estamos duchaos y mientras Juanma termina de colocarse sus bermudas y sus zapatillas de esparto, mientras Grego le mete prisa, yo me escapo un momento a casa de la Tita Lucía, que me recibe tan cariñosa como siempre, y me ofrece todo tipo de líquidos desde agua hasta zumo, pasando por la cerveza, el coca cola, el bitter KAS…y por supuesto sus magníficas CROQUETAS!!!

Rápidos nos vamos a la plaza para que mientras esperamos, Bartolo nos ponga unos botellines acompañados de sus correspondientes raciones de criadillas…(las mejores que he probado en mi vida, dicho sea de paso), y en esto que empiezan a llegar todos los artistas del pueblo, la prima Inma, Reyes y Rafa, Ani, Santi y Santiaguín, y pasan Juanito y Jose emperifollados a mas no poder camino de la piscina y me preguntan…¿ya has llegao?, jeje. Es maravilloso.

Si bien es cierto que el botellón no me gusta mucho, el Paseo es diferente, tiene un encanto especial, a veces se hace largo, pero merece la pena respirar ese encanto de ese paisaje, con las luces de La Carolina al fondo, la luz del Castillo, y la música de los coches de choque de fondo, con esas sirenas que suenan tan características. Las orquestas repiten temas de toda la vida,y entonces es cuando yo miro a mi alrededor y veo que allí yo tengo algo que decir, que tengo una familia aparte de la mía de Granada.

El Sábado empieza por los cohetes y los gritos de los toros, como no por los buenos días tan cariñosos de Pepa, Solete, Isa e Isidro ( a Ana le pongo falta) y un café con leche que resucita a un muerto, y en su defecto, una vaso de gazpacho reconstituyente...para dar paso a una ducha que te da la vida y te prepara el cuerpo para mas botellines con los que mitigar el intenso calor que a veces nos azota en nuestro pueblo. Y el sábado termina con la misma morriña que el viernes, disfrutando de mi familia.

Como tampoco quiero que os canséis, pasamos al domingo. El domingo por la mañana es inevitable estar en la terraza de nuestro “hotel”, y mientras observas el castillo y los chiquillos en la plaza, seguir disfrutando de lo que tienes y aprecias. Resacosos y cansados bajamos al corral donde los hombres de la familia esperan sentados a que las santas mujeres les pongan de comer. Bendito salmorejo de Jose y Pasca, esos mojitos, esos...de todo!! Pero no podemos entretenernos porque tenemos que preparar la maleta, despedirnos de la tita- abuela María, de la tita Lucía…

Y llega el peor momento para mí, cuando paso por los bares y veo a la gente en las terrazas, ahí siguen, y yo veo por mi retrovisor como se aleja el pueblo. Ahí es donde verdaderamente me doy cuenta de quien soy de donde vengo, y la conclusión a la que llego es clara: aunque no lo sea directamente, me considero un Hervás, de los Hervás bien de Vilches, de toda la vida. Os quiero.

Guillermo Padilla.

lunes, 26 de enero de 2009

La Galaxia Hervás

NGC7331 - Una Galaxia espiralada ubicada a 48 millones de años luz.

Nuestra familia es como una galaxia, la Galaxia Hervás. Nuestra galaxia está integrada por un conjunto de sistemas planetarios o familias nucleares, cada una de las cuales tiene estrellas, planetas, y satélites. Nuestros padres, son las estrellas alrededor de las cuales se forman los sistemas planetarios. Nuestros hermanos y nosotros somos los planetas. Alrededor nuestro giran los satélites, nuestras parejas. Gracias a ellos algún día seremos estrellas.

No debemos caer en la tentación de pensar que somos el centro del universo. Todos estamos llamados a ser a su vez satélites de nuestra parejas y planetas de nuestros padres. Con el tiempo también formaremos nuevos sistemas planetarios en los que seremos estrellas de nuestros hijos y ampliaremos así los límites de la Galaxia Hervás.

De vez en cuando, las galaxias reciben la visita de cometas, que son nuestros amigos. La Galaxia Hervás tiene una fuerza gravitatoria tan grande que atrae a muchos cometas y en ocasiones los retiene para siempre y los convierte en un planeta más. No sé si será el calor que desprenden nuestra estrellas, o la armonía con la que los planetas de esta galaxia giramos alrededor de un borrego,... el caso es que no conozco otra galaxia que reciba tan bien a los cometas.

No todo dura, no todo es fácil, el tiempo pasa y las estrellas mueren. En el universo hay algo maravilloso y casi mágico. La luz y el calor desprendido por estrellas muy lejanas es perceptible aún hoy, mucho tiempo después de que se apaguen.

En mi familia ocurre lo mismo, hay un puñado de estrellas que siguen iluminándonos y dándonos calor a pesar de que ya no podemos verlas: ahora son polvo de estrellas.
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viernes, 2 de enero de 2009

Por qué un borrego el día de Pascua

Os pondré en antecedentes. Esta celebración viene ligada a la Historia del Pueblo Judío y a la época en la que los judíos eran un pueblo esclavo del faraón de Egipto. Moisés, profeta y líder de los judíos, solicitó su liberación al faraón pero sólo obtuvo negativas. Yahvé, o sea Dios, castigo por ello al pueblo egipcio con diez plagas y la última de ellas consistió en la matanza de todos los primogénitos de Egipto. AL parecer Yahvé acordó con los judíos una señal para evitar que muriesen sus primogénitos.

"Escogerán un corderito [...], tomarán su sangre para untar los postes y la parte superior de sus puertas. Lo comerán todo asado, con su cabeza y sus entrañas, con panes sin levadura. [...] Yo recorreré Egipto y daré muerte a todos los primogénitos de los egipcios y de sus animales. [...] Al ver la sangre del cordero pasaré de largo de vuestras casas." (Éxodo 12.5-14)

Parece ser que después de la décima plaga el faraón dijo "basta" y los judíos pudieron salir por piernas de allí cruzando el Mar Rojo y todo eso. Este hecho es uno de los momentos más importantes de la religión judía y se conmemora comiendo cordero. Ahora bien, ¿por qué los Hervás sacrificamos un cordero el Domingo de Resurrección?

Bueno, yo tengo varias teorías, que pueden explicar en parte este misterio familiar. Supongo que la más sencilla es atribuir la tradición al hecho de que somos una familia de carniceros, y al juntarse la familia, lo más lógico era sacrificar una res y comerla todos juntos. El hecho de sacrificarla justo antes de comerla puede deberse a que mientras el cordero está vivo, no hay que conservarlo en frío. Además, en una familia de carniceros todos han participado activamente en muchas matanzas y por así decirlo el personal está entrenado. Supongo que cuando murieron nuestros abuelos, que eran los que sabían del tema, tuvimos que dejar de traer el borrego vivo, pero mantuvimos la tradición de juntarnos.

Pero también podemos dejar volar la imaginación y buscar una explicación más literaria a nuestra tradición. Pensemos por un instante en el origen de nuestra familia. Nuestro apellido, Hervás, hace referencia a una preciosa localidad cacereña, en la que durante la Edad Media se estableció una muy importante comunidad judía. Con el decreto de Expulsión de los Judíos dictado por los Reyes Católicos en 1492, algunas familias se exiliaron de Hervás, huyendo de la presión social a la que se veían sometidos. Una familia judía, que se convertía al cristianismo solía abandonar sus apellidos para eliminar todo rastro de su pasado judío. Además se sabe que era muy frecuente entre los conversos adoptar por apellido el nombre de la ciudad de la que se provenía, por lo que no sería extraño que judíos conversos se establecieran en Vilches, localidad que se venía repoblando por castellanos desde la reconquista de la villa. Una nueva vida, un nuevo lugar, un nuevo apellido, pero al mismo tiempo una tradición religiosa que muchos judíos seguían manteniendo en secreto. A fin de cuentas, el cristianismo, como religión que nace del judaísmo, mantuvo muchas tradiciones judías otorgándole nueva simbología. Los primeros cristianos eran judíos, y Jesús resucitó según la tradición por la Pascua Judía, luego, ¿por qué no celebrar la resurrección de Jesús de puertas a fuera, y la salida del pueblo judío de Egipto de puertas adentro? Además, ¿qué mejor profesión para disipar cualquier sospecha sobre tu orientación religiosa que la de carnicero? Otro dato más, los cristianos nuevos solían hacer alarde de su condición de cristianos comiendo carne, fundamentalmente la de cerdo que estaba vedada a judíos y musulmanes. Nuestras matanzas son a fin de cuentas una manifestación pública y notoria de que no somos judíos y matamos y comemos cerdo delante de todos, para que se vea que somos buenos cristianos.

En fín que, dentro de unos meses, cuando volvamos a juntarnos el Domingo de Resurrección, puede que estemos dando continuidad a una secreta tradición de nuestros ancestros judíos. Bueno eso, o que nos gusta mucho comer y es la mejor forma que conocemos para disfrutar juntos... quién sabe.

Muchos primos, pocos nombres

Todo comenzó a principios del siglo XX cuando mis bisabuelos Martín y Josefa contrajeron matrimonio y empezaron a traer chiquillos al mundo: Juan, Martín, Antonia, María, Magdalena y Antonio. A excepción de la tita Antonia, todos los demás hijos contrajeron matrimonio. María, Miguel, Anita, Santiago, Lucía,... llegaron a la familia y pusieron el contrapunto a estos buenos mozos y buenas mozas de la familia Hervás. Algunos tuvieron que emigrar para buscarse las habichuelas a Valencia y Madrid. Con el tiempo, esas uniones dieron nuevos frutos, y llegaron una tropa de primos hermanos que forman lo que yo llamo "el núcleo duro" y no hay quien los pare. Entre ellos destacan los nombres de los abuelos es decir Martín y Josefa. Así tenemos cuatro "Martines" (del tito Juan, del tito Martín, de la tita María y de la tita Magdalena) y cuatro Josefas (del tito Juan, del tito Martín, de la tita María, del tito Antonio,... yo ya he perdido la cuenta... ¿Y ustedes?). Tenemos que recurrir a pequeñas variaciones y así Martín puede ser Martineli, Martín Valencia, Martín Linares; y Josefa puede ser Pepi, Jose de Córdoba, Joleta, Pepi Barcelona, etc.
El caso es que tengo 33 años y todavía me hago un lío tremendo. La verdad es que mis abuelos y tios-abuelos no se complicaron la vida con esto de los nombres, y así me va,... al final con tanto lío termino llamándolos a todos primos y punto. Una vez usados los nombres de los abuelos ya no quedaba remedio así que hubo que tirar del santoral: Maite, Santiago, Cesar, Reyes, Ani, Juanito, Lourdes,.. en fin que esto ya era otra cosa. Pero en mi familia cuando decimos de hacerlo difícil lo hacemos bien difícil. Así que algunas de las parejas de los primos se entretienen en llamarse Juan o Santiago (ni Carlos, ni Jesús, eah,... Santiago) y claro el hijo, pues Santiago, y al final tenemos al tito Santi, a Santi de Madrid (su hijo), A Santiago de la Ani (marido de esta) y a Santiaguín (hijo de ambos), ... si es que no escarmentamos.
Además de coger nombres raritos nos entretenemos en ponérselos a chicos y chicas, ... ¡Lo que me faltaba!, ... y así tenemos a Reyes del Tito Martín (chico), y a Reyes de la Pepi del tito Juan (chica).
Otra curiosa "coincidencia", algunas de las parejas de los primos hermanos tienen por primer apellido, no se lo van a creer, Martín o Santiago,... sí, han oido bien, así que mis primas de Córdoba tienen por apellidos el nombre de su abuelo materno (Martín Hervás)... esto es la monda.
En la última generación parece que la cordura se ha impuesto, pero sólo parece... Tenemos una Maite, una Cortes, un Gregorio(como su padre), un Juan Manuel, tres Miguel (dos como su abuelo, ambos primos hermanos, y el buen mozo de Laura), dos Lauras (de Valencia y de Madrid), un Alberto, un Guillermo, una Rocío (a la que nos gustaría ver más a menudo) un Tomás, una Rosa (como su madre), una Isa, dos Anas (como su abuela Anita, Ana Victoria de Toledo y Ana de Córdoba, ambas primas hermanas), una Pepa (mira,... teníamos Josefas, Pepis, Jóses, pero ninguna Pepa... sin comentarios), una Inma, una Sole (tete para sus padres), dos David (el de Toledo y un servidor),... menos mal que las últimas incorporaciones nos facilitan la tarea de recordar los nombres: Marta, Marina, Paula, Olga, Francesc e Ismael... ¡Qué alivio!
Así somos nosotros: gritas "Martín" y se vuelven todos (excepto Martineli), gritas "Pepi" y se vuelven dos, "Santí" y se vuelven tres, y así sucesivamente.
Pero somos muchos más: Ángel, Gregorio, José, Mari Carmen, Pascasio, Maritina, Maite, Chimo, Amparo, Inés, dos Isabél (la mujer de Cesar y la de Miguel Ángel), Rafa, Esther, Paco, Mari, Paquito, Carmen, ... y todos los que no recuerdo ahora mismo.

Alrededor de un borrego


Aquí comienza este blog que pretende ser el foro de encuentro de la familia Hervás, cuyos orígenes se encuentran en la localidad jiennense de Vilches.
Somos una familia extensa que por culpa del destino está diseminada por toda la geografía española. ¿Por culpa...? Bueno, quizás por suerte. Hay muchas familias que viven muy cerca y no se tratan ni se llevan bien, así que podemos considerarnos afortunados. Quizás esa distancia nos hace mantenernos en contacto, sentir la necesidad de dedicar algo de tiempo para juntarnos y contarnos como nos va la vida, y lo hacemos alrededor de un borrego.
Todos los Domingos de Pascua de Resurreción volvemos a la patria chica y compartimos mesa y mantel -bueno eso es ahora que nos hemos vuelto muy pijos y tenemos el Corral de la Pacheca perfectamente habilitado- pero antes compartíamos prado y manta.
Cuando yo era pequeño, recuerdo que mi abuelo mataba al borrego en directo. Lo colgaba de un arbol, lo sangraba, lo abría en canal, y mientras se cocinaba la sangre, se iba despiezando: cabeza, chuletas, piernas, vísceras, etc... todo o casi todo caía de una sentada. Con el tiempo la familia fue creciendo y hubo que matar más de un borrego.
Pero las cosas han cambiado bastante. Hoy la carne va preparada a la reunión y además del borrego se preparan suculentos platos.
Otra cosa ha cambiado, antes nos veíamos de año en año, para la Pascua, luego cogimos el fin de semana completo, y más tarde adelantamos nuestra llegada al Viernes Santo. Ahora tenemos muchos momentos para vernos: Navidad, Fiestas de Agosto, puentes, etc... Eso dice mucho de lo bien que lo pasamos juntos y de lo unida que está nuestra familia.
A pesar de que muchos de nosotros ya no andan por aquí, siempre le hemos puesto al mal tiempo buena cara y hemos mantenido intacta esta bonita tradición familiar.

La foto de arriba corresponde al día de ayer. Estabamos desganados después de las migas del miércoles, y el cocido de puchero del martes, por lo que cayó un arroz con conejo, preparado por Chimo, no sin antes haberle dado su merecido a unas manitas, y un rabo de toro exquisitos. De postre sopa de almentras, naranjas de verdad y mantecados a discreción como mandan las fechas.